Termino ya con la torrija de piezas imprescindibles con una galería de maravillas; los Megos del Planeta de los Simios, sensacionales figuras editadas en irrisorias cantidades en España y muy difíciles de encontrar, menos mal que en los USA son muy populares en Internet. Por el Mini Teatro Airgam siento una devoción especial, es una pasada. Pieza complicada de narices, un pequeño teatro para hacer realidad teatral los cuentos de siempre. Aparte vendía unas cajas pequeñas amarillas con los fondos de escenario y las figuras correspondientes a cada cuento... en escena podéis ver a un majo enano de Blancanieves. Hoy en día las figuras son muy difíciles y cara y los blisters de las cajas complicados de encontrar. El tablero del Monopoly, además de ser un prodigio de diseño contemporáneo en su totalidad, incluye iconos de una sencillez y categoría pocas veces vistos en un juego de mesa. Simplicidad de colores, símbolos. El que os muestro es el de los años 60 de Madrid, regalo de mi padre de uno de sus viajes, tan querido por mí que lo tengo enmarcado. El coche de Starschky y Hutch fue una revolución en los años 70, haciendo que miles de personas se pintaran de rojo sus cutre coches con la famosa línea blanca. Tengo dos piezas preciosas, una de ellas regalo de mi hermano y la otra comprada en un rastro. Cierro la serie de Imprescindibles con el muñeco más feo de la historia pero muy querido por mi. Super Geyper Man no puede ser más feo, por el cuerpo del colega, el cabezón que le sale y el repugnante traje y colores que luce. El menos valorado de todos los Geyperman, sin duda, se vendieron 4, hoy en día rareza y pieza de coleccionismo buscadísima, le llegó su momento al feo muchacho.
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