viernes, 2 de enero de 2009

RUSS MEYER



Russ Meyer es un raro especímen con más de 20 películas en su mochila, todas ellas con chicas tan ligeras de ropa como de cascos. Productor, guionista, montador, director y chico de los recados si es necesario vivió intensamente sus 82 años antes de dejarnos en 2004. Lo tachaban de pornográfico, pero en los tiempos que corren es como llamar pornográfico el DEN de Richard Corben. Hijo de un policía y una enfermera, se enroló y combatió en la II Guerra Mundial junto con su amigo Ernest Hemingway. Con una cámara regalada se pegó la guerra fotografiando a diestro y siniestro y endureció su caracter, más tarde aplicaría esa filosofía en sus rodajes, ajustando horarios y presupuestos. Se acabó colando como fotógrafo habitual en Playboy, tras mil trabajos distintos. Allí conoció a Peter Decenzie, hombre de negocios turbios, que financió las dos primeras pelis de Meyer, The Frech peep show (horrorosa), la segunda "The inmoral Mr.Teas" se rodó en cuatro días y marcó una época, con más de 10 años en circuitos comerciales. Con el valor que le inoculó tal taquillazo, Russ Meyer se lanzó a rodar compulsivamente: "Eve and The Handyman", "Erotica", "Wild Gals of The Naked West!", "Europe in the Raw", "Heavenly Bodies". Eso sí, la primera de ellas le sirvió a Russ para conocer a su segunda esposa, la despampanante Eve Meyer. Y fue además una de las primeras películas en intuir los nuevos caminos de la publicidad en el mundo del cine, años antes del merchadising de "Star Wars": a los 10.000 primeros espectadores que acudieran a ver el engendro, se les obsequiaba con un desatascador igualito al que portaba el fontanero protagonista. La audiencia empieza a cansarse y el supercrack da un golpe de timón. En 1964 se estrenaba "Lorna", un desaforado drama rural en la que se perfilaron los rasgos del cine de su director: heroínas insastifechas con enormes glándulas mamarias y apetito sexual aun mayor, hombres agrestes con mucho músculo y poco cerebro. "Rope of Flesh", "Motor Psycho", la endiosada "Faster, Pussycat! Kill! Kill!", "Mondo Topless", "Good Morning... and Goodbye!" y la primera de toda una saga, "Vixen!" contenían todos los ingredientes del cóctel habitual del director.En todas ellas entrega al público una colección de tipas brutales: la exótica Haji, la dominatrix Tura Satana, la teutona Rena Horten (a la que, al no tener ni idea de inglés, regaló un personaje de sordomuda sólo porque apareciera en pantalla), la impresionante Babette Bardot, la febril Alaina Capri y la boombástica Lorna Maitland, la protagonista de "Vixen!" encumbrada efímeramente como estrella mediática, entre otras, se ganaron a pecho descubierto su entrada en el olimpo meyeriano. Después de un par de fracasos la Fox le ofrece a Meyer rodar la secuela de "El valle de las muñecas". Exitazo absoluto. De nuevo un par de patinazos, Meyer se dio cuenta que el público quería tetas y culos, lo tendrían. ¡Y vive Dios si lo tendrían! "Supervixens", "Megavixens Up!" y "Beneath the Valley of the Ultravixens", estrenadas en 1975, 1976 y 1979. Ubres de dimensiones épicas, escenas subídisimas de tono, violencia gráficamente virulenta y hasta iconografía nazi se alternaban en un delirium tremens. Entre medias, el encargo de Malcom McLaren de rodar una película con los Sex Pistols, "Who Killed Bambi?", que se fue al garete tras un día y medio de rodaje. (Fuente: freek magacine).

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