Hace unos años, creo que mande una divertida y cabrona carta al Heraldo, que publicaron, pidiendo que se pusieran en contacto con Steven Spielberg para que se diera un paseo por la Estacion de Canfranc con eso de los papeles del oro nazi y tal. Seguro que el extraordinario director hubiera sacado jugo a esa notable historia y habria aterrizado por el valle para inyectar algo de ilusion al desastre monumental que alli campa. Pensaba que la estacion estaba en remodelacion. NADA. Han arreglado la cubierta, tapiado las paredes y a otra cosa mariposa. Ruina ruinera cascabelera, mierda y oxido por doquier, maderas que se pudren y caen, railes que van desapareciendo bajo la maleza. Ls matojos han escalado por los abandonados vagones y los cambios de temperatura los hunden año tras año hasta que, en algunos de ellos, solo queda el chasis. Alucinados visitantes miran, extrañados, el imponente espectaculo de la estacion, patetico. Pero se quedan en la puerta sin entrar. Un pequeño cubil apeadero hace las veces de parada. Un tren de extrañas mercancias pasa por una via muy muy apartada de la gente. Una verguenza para todos los que habitamos esta tierra, de Renfes cabronas y Gobiernos de Aragon inoperantes e incompetentes. Aqui somos de pabellon nuevo en La Muel con Julio Iglesias y derrumbe de obra magna en el Pirineo. Miles de millones a las estaciones de esqui, cero patatero al patrimonio cultural, menos lucrativo, mas a largo plazo y, sobre todo, mas importante par la autoestima de todos. Steven, sigo esperando, ven por favor.
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