martes, 20 de octubre de 2009

Coso 90, los últimos coletazos de una bonita casa.



Los edificios del Coso zaragozano, por muy bonitos que sean, han desaparecido o se han dejado derrumbar. La razón es muy sencilla, sus cuatro pisos hacen que no sea rentable la reparación y si la fachada no está catalogada pues a tomar viento. El edificio de Coso 90 es uno de los últimos de Filipinas, bonita casa con delicioso portal en un estado lamentable. Bonitas cristaleras y balcones con vistas. Si asomas por su interior, ahora cerrado, aún puedes ver el antiguo portal, con la portería clásica aún en pié. Otro bonito edificio que, como dijo Labordeta en el Pregón de Fiestas, irá a pique en la ciudad medalla de plata en destrucción patrimonial de España. No tienen los tiburones suficiente con Valdespartera y los miles de solares de nueva construcción?. Pobre Zaragoza.

3 comentarios:

Iván Ordovás dijo...

Así es esta ingrata ciudad, amigo Antonio. En muchas ciudades europeas la gente se pega por ir a los cuidadísimos cascos antiguos rehabilitados y conservados. Aquí no hay más que darse una vuelta por el gancho o la Magdalena, o por Agustina de Aragón y adyacentes. Normalmente las digamos "clases especiales" por decirlo de alguna manera están en la periferia. Aquí, pues eso. Sin ánimo de ofender o parecer clasista.

Iván Ordovás dijo...

No se me malinterprete. La gente se mete donde puede. Pero son zonas dejadas de la mano de Dios y de los Ayuntamientos que en Zaragoza han sido.

Antonio Saz dijo...

Eres demasiado comedido en tus palabras dear friend, pero en esta ciudad es descojonante el tratamiento patrimonial y punto, a mi me da mala gana la falta de nivel.

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