Realizamos una visita a los dos cementerios de la capital portuguesa. Uno de los cementerios, el más pequeño, está casi monopolizado por británicos que combatieron en diversas guerras (Coloniales, I, IIWW) y familiares de ascendencia inglesa. El otro, mucho más grande y con una interesante arquitectura, es el de las nobles familias lisboetas. Tienen detalles muy curiosos, como esos relojes de arena con alas de murciélago que presiden las entradas del recinto, las lápidas de los jóvenes oficiales de la RAF, la Marina y la Infantería, como este jefe de escuadrón o ese más que interesante y noble panteón con un enorme aldabón en la puerta.... será para avisar a sus moradores que se entra en su aposento?..... toda una paradoja una puerta de panteón con aldabón.
Otra característica que me llamó la atención es que casi todos los panteones son acristalados y se puede ver perfectamente el interior, en alguno de ellos, sobre todos los féretros de los más pequeños, se podía apreciar como estaban completamente llenos de juguetes que imagino serían los preferidos de los desdichados chavales. Por otra parte llama la atención ese cartel, tan británico, agradeciendo que NO se coloquen flores artificiales en las tumbas.
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